En Pilates es importante trabajar la movilidad de las costillas, ya que aunque su grado de movimiento es bajo, es de vital importancia para una respiración profunda y para la salud de la columna.
Las costillas están enganchadas en las vértebrales dorsales, por lo que si están rígidas transmiten su rigidez a la zona dorsal, reduciendo así el movimiento en ésta. Como las diferentes partes de la columna trabajan en equipo, cuando una de ellas no rinde lo suficiente, los otros miembros trabajan el doble para que el equipo siga siendo eficaz, cumpliendo así su propia función y cubriendo al mismo tiempo parte de la función del que no trabaja.
Por lo tanto, si tu zona dorsal está rígida y no se mueve correctamente, la zona lumbar y cervical trabajarán por ella, lo que hace que con el tiempo reflejen su agotamiento.
Esto lo podemos ver entre otras cosas con el movimiento de flexión y extensión dorsal de la columna. Cuando realizas abdominales estás haciendo una flexión de la zona dorsal, si ésta no es buena debido a la rigidéz, puedes sentir que se te carga el cuello, pues la flexión de esa parte de la columna se está sosteniendo en parte por él.
Y lo mismo ocurre con la extensión de la columna dorsal. Si estás tumbada/o boca abajo y despegas la cabeza y el pecho de la colchoneta (este es el movimiento de extensión), puede que sientas que se te carga la zona lumbar, y esto podría deberse a que la rigidez de la zona dorsal no te permite hacer una extensión correcta, por lo que la zona lumbar sale en su auxilio.
Así que ya sabes: ¡MOVILIZA TUS COSTILLAS! Es bueno para tu salud y para tu movimiento!!