Ese músculo del que te hablé en tus clases de inicio de Pilates y al que hago referencia en cada sesión. Esa faja abdominal natural que rodea nuestra cintura y que te pido que actives durante toda la clase en diferentes posiciones, con el fin de estabilizar tu columna. Ese señor ¡que debería convertirse en uno de nuestros mejores amigos! porque siempre ha estado ahí aunque hasta ahora lo hayamos ignorado. Porque es el que te va a echar una mano siempre que lo necesites aunque no lo llames, es el que te va a ayudar a tener una mejor postura, el que va a darle una base estable a tus extremidades cada vez que se muevan, el que va a ayudarte a aliviar tus dolores lumbares, el mejor amigo también del suelo pélvico. ¡¡Vamos!! ¡¡Una joyita!!
El primer día que entraste en clase de Pilates te comenté que el transverso del abdomen es el abdominal más profundo de todos (tenemos 4 tipos de abdominales: transverso, oblicuo interno, oblicuo externo y recto del abdomen). Nace en la zona lumbar y viene hacia delante, hacia la línea alba, y cuando se activa lo que hace es reducir el diámetro de tu cintura y sujetar tu columna lumbar y la pelvis.
No es un músculo movilizador, como pueda ser el recto del abdomen (el de la famosa tableta de chocolate), cuya función es flexionar la columna. El transverso es un músculo principalmente estabilizador del tronco, que evita que la columna lumbar se mueva más de la cuenta y se lesione por su sobre-uso. Además su activación provoca un aumento de la presión intra-abdominal, lo que disminuye las fuerzas comprensivas de la columna, preocupándose así por la salud de tus discos vertebrales. Esta presión intra-abdominal no deteriora el tono muscular de tu suelo pélvico, ya que éste trabaja en colaboración con el transverso, por lo que al contrario de aflojarse se contrae.
El transverso también interviene en las exhalaciones activas y en las forzosas como la tos, los estornudos y la risa. Cada vez que vamos a mover un brazo o una pierna (estando de pie), a cargar un peso o realizar un esfuerzo o un ejercicio de impacto, este músculo se contrae estabilizando el tronco para sostener el movimiento de las extremidades, pero el tipo de vida tan sedentario que llevamos hoy en día (en parte por los empleos actuales), hace que el transverso se atrofie y no cumpla bien su función, ya que no trabaja en posiciones sedentarias (sentado o quieto).
Para compensar el bajo tono del transverso recurrimos a los músculos recto del abdomen y oblicuos (fíjate si cuando vas a realizar un esfuerzo tu abdomen se abomba, en lugar de retraerse. Si ocurre así, es un ejemplo del uso del recto del abdomen en estos casos), aumentando la presión abdominal y hacia el suelo pélvico, el cual se relaja e incluso en algunas ocasiones puede dejar escapar algo de orina, lo que se conoce como incontinencia de esfuerzo. Si en estas situaciones contraemos el transverso, la presión sobre el suelo pélvico no sólo no aumenta en exceso, sino que además éste también se contraerá, pues como te dije antes son músculos que trabajan conjuntamente. Si contraes el suelo pélvico consciente, voluntaria y correctamente, podrás sentir cómo también se activa la musculatura profunda del abdomen y viceversa.
Si pensamos en todas sus funciones, deberíamos llegar a la conclusión de lo importante que es para nuestra salud mantenerlo en un tono adecuado. Así que haz de él ¡uno de tus mejores amigos! ¡Ambos se beneficiarán!
4 Comentarios
¡Que bueno!, ahora lo entiendo mejor.
Vamos que si es amigo, hasta de Facebook 🙂
https://www.facebook.com/pages/M%C3%BAsculo-transverso-del-abdomen/599520213393157?ref=ts&fref=ts
Muchas gracias por estos apoyos teóricos que me vienen fenomenal.
LauraAUTOR
Me alegro de que sea buena ayuda.
Muchas Gracias Laura.Muchas gracias, andaba buscando una imagen que explicara el transverso para mis alumnos, Perfecta explicacion e imagen. Con su permiso lo comparto con mis alumnos. Gracias.
AUTOR
Que bien Trinidad, me alegro que te sea de utilidad a ti y a tus alumnos.
Un abrazo.